Al reemplazar consultas de baja complejidad presenciales por virtuales, se generan ahorros de entre 30% y 40% en costos de prestaciones.
El 95% de los casos son resueltos durante la videollamada, evitando que el paciente sea derivado a una consulta presencial.
Facilitando el acceso a una consulta virtual, nuestro cuerpo médico puede identificar y diagnosticar patologías a tiempo.
Almacenamos digitalmente la historia clínica de cada paciente, junto con sus recetas y órdenes médicas.
Educamos al paciente de manera preventiva, con pautas de alarma y controles periódicos.
Descongestiona la atención en las guardias, salas de espera, consultorios y en los servicios de atención domiciliaria.